CCTV (Circuito Cerrado de Televisión, por sus siglas en inglés) es un sistema de videovigilancia que utiliza cámaras para transmitir señales de video a un conjunto específico de monitores o dispositivos de grabación. A diferencia de la televisión convencional, el CCTV no emite su señal al público, sino que se mantiene en un circuito cerrado para mayor seguridad y monitoreo controlado.

Componentes principales de un sistema CCTV:

1. Cámaras de vigilancia: Capturan imágenes y video. Pueden ser analógicas o digitales (IP).
2. Monitores: Dispositivos donde se visualizan las imágenes en tiempo real.
3. Grabadores:

• DVR (Digital Video Recorder): Para cámaras analógicas.
• NVR (Network Video Recorder): Para cámaras IP.

1. Cableado: Conecta cámaras con grabadores y fuentes de energía, aunque también existen sistemas inalámbricos.
2. Almacenamiento: Discos duros o servidores para guardar las grabaciones.

Usos comunes del CCTV:

• Seguridad y vigilancia: Prevención de robos, monitoreo de actividades sospechosas.
• Control de acceso: Monitoreo de entradas y salidas en edificios o residencias.
• Supervisión remota: Con cámaras IP, las imágenes pueden verse desde cualquier lugar con conexión a internet.

Ventajas de los sistemas CCTV:

• Aumenta la seguridad de propiedades y personas.
• Proporciona evidencia visual en caso de incidentes.
• Dissuade actividades delictivas.

El CCTV es una herramienta esencial en la seguridad moderna, utilizada en hogares, empresas, espacios públicos y privados para proteger bienes y garantizar la tranquilidad.